Si en ingenieria de firmes nos preguntásemos cuál es el patito feo en la pavimentación asfáltica, se podría responder que es el riego de adherencia.
Y ello porque, en no pocas ocasiones, tanto la atención y el cuidado en su ejecución como la supervisión y control de la misma, parecen los de una unidad de obra marginal o secundaria no estando en consonancia con la gran repercusión que tiene sobre el comportamiento y durabilidad de una estructura de firme de capas bituminosas.