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jueves, 8 de marzo de 2018

El riego de adherencia en la pavimentación asfáltica ¿El patito feo?


Si en ingenieria de firmes nos preguntásemos cuál es el patito feo en la pavimentación asfáltica, se podría responder que es el riego de adherencia.
     Y ello porque, en no pocas ocasiones, tanto la atención y el cuidado en su ejecución como la supervisión y control de la misma, parecen los de una unidad de obra marginal o secundaria no estando en consonancia con la gran repercusión que tiene sobre el comportamiento y durabilidad de una estructura de firme de capas bituminosas.

    Hay casos, como los de renovación de capas de rodadura previa eliminación por fresado de la capa deteriorada, en los que el fresado deja muy visibles amplias zonas que muestran, muy claramente, situaciones de despegue de la capa de rodadura, por fallo de la adherencia de ésta a su soporte. Pues bien, incluso en estas situaciones, no parece que estas evidencias lleguen a ser suficientes para producir preocupación ni reflexión alguna sobre el inaceptable comportamiento que tuvo el riego de adherencia ejecutado en su día, para tratar de tomar medidas, o extremar cuidados, para evitar su repetición. Como consecuencia de esta actitud, mirar pero no ver, se siguen aplicando, y permitiendo, el empleo de técnicas que no son las mejores para evitar la reproducción del problema.
    Veamos, a modo de ejemplo ilustrado, unas reflexiones a partir de imágenes de una actuación real de renovación de la capa de rodadura en una vía urbana que, una vez terminada, ofrece un excelente estado aparente. No obstante, a la vista de algunas particularidades en la aplicación del riego de adherencia, la pregunta sería ¿volverá a reproducirse el problema de falta de adherencia de la rodadura a su soporte, despegue de la capa y degradaciones prematuras en la misma?
    El estado previo, era el de una capa ya envejecida y deteriorada, que presentaba múltiples zonas con áreas desprendidas, sin adherencia al soporte, en parte acelerado por el efecto del agua infiltrada por las fisuras.
Evidencias de desprendimientos de rodadura sin adherancia al soporte
    Tras el fresado, se hicieron evidentes, ya que eran fácilmente observables, múltiples áreas en las que no había existido adherencia entre la rodadura y su soporte. En las imágenes que siguen se aprecian nítidamente múltiples zonas sin adherencia, en las que el fresado levantó el material de la capa sin arañar para nada la superficie soporte, que quedaba con una textura lisa.
Estado de la superficie tras el fresado
    Sin embargo, esta patología tan visible no pareció inquietar a los intervinientes en la siguiente operación de ejecución del riego de adherencia. Ésta era manifiestamente mejorable, a la vista de lo que resultaba, tanto en la preparación de la superficie en cuanto a la limpieza del polvo generado en el fresado, como en la propia ejecución del mismo.
    Así, la limpieza tras el fresado se llevaba a cabo con minicargadoras dotadas de cepillos recogedores, que si bien son útiles para retirar los detritus, se sabe que difícilmente aseguran la eliminación total del polvo fino que queda en el fondo de los surcos de la superficie fresada, interponiéndose entre el ligante y la capa soporte, para lo cual los equipos idóneos serían los dotados de aspiración.
     Por otra parte, la aplicación del riego se llevaba a cabo manualmente con lanza, lo cual siempre crea un total y absoluta dependencia de la habilidad y consistencia del operario regador, lo cual no asegura ni la uniformidad de la aplicación ni su dotación.
  


Resultados de la aplicación con lanza del riego de adherencia
    Además, aunque la emulsión podría ser termoadherente, bien por insuficiente enfriamiento y alta temperatura por insolación, o por presencia de polvo en la superficie fresada, en las huellas de los vehiculos también era observable en la rodada una visible pérdida de la ya irregular dotación.
Pérdida de dotación de ligante de adherencia en la rodada
 Una conclusión, que desgraciadamente parece aplicable en no pocos casos, sería que el cuidado a tener en la ejecución de esta unidad está más en relación con su bajo precio y coste, que con la enorme (y desproporcionada en relación a ese coste) repercusión sobre el comportamiento y durabilidad del firme.

¿Ayudaría la aplicación sistemática de los test de adherencia entre capas recogidos en el PG.3? 

  
 Otro post en este blog sobre el tema de la adherencia entre capas:


 

1 comentario:

  1. ¡Magnífico el proceso de documentación del problema observado!
    En efecto, el "patito feo" campa a sus anchas.

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