Buscar en este blog

miércoles, 4 de abril de 2018

Con la actual politica de conservación de carreteras se está acelerando el Cambio Climático. IRMD 2018

     Mañana, primer jueves del mes de abril, se celebra el primer Día Mundial de la Conservación de Carreteras, IRMD 2018.
    Y, casi coincidiendo con el mismo, hemos sabido que el proyecto de Presupuestos Generales de Estado recoge lo que podríamos considerar una afrenta más hacia nuestras olvidadas carreteras, ya que, en un contexto que se supone expansivo, no solo no aumentan sino que se reducen las partidas presupuestarias destinadas a su conservación y, en particular, a la de sus firmes. Así que, desgraciadamente, seguirá aumentado el ya grande deterioro del patrimonio viario acumulado en años anteriores.
      Por ello, en este IRMD parece necesario
volver a incidir y difundir que el  estado de esas infrestructuras del transporte viario no solo tiene influencia en aspectos visibles, sufribles y conocidos como son
  • Los relativos a la salud y confort de los usuarios, directamente afectados por la regularidad superficial del pavimento. 
  • La seguridad vial,  en la que el estado del pavimento influye de varios modos, asi su regularidad superficial influye en la estabilidad del contacto neumatico-pavimento, la macrotextura y coeficiente de rozamiento determina la adherencia, la presencia de baches puede ocasionar deterioros de los neumáticos (que pueden ser no visibles pero haber deteriorado su estructura y ser causa posterior de reventones y graves accidentes), deformaciones de la superficie (baches, roderas, resaltos) que den lugar a acumulaciones de agua y problemas de acuaplaning con ocasión de lluvias. También debe tenerse en cuenta los efectos de cansancio y estres que un pavimento en mal estado produce en el conductor. 
  • Los de tipo económico como los relativos al desgaste mecánico de vehículos, al aumento de los consumos de combustible y a los costos derivados de mayores tiempos de recorrido, si ello supone reducir la velocidad media, ya sea por los peligros visibles o por limitaciones temporales de la velocidad autorizada para paliar la falta de reparación del deterioro.   
sino que también influye en aspectos menos visibles, pero no menos trascendentes, como son los de las emisiones de gases producidas por los vehículos.
     Ahora que hay una preocupación creciente en casi todos los niveles de la sociedad por lo que tiene todos los visos de un cambio climático en marcha, preocupación que está llegando al gran público, parece conveniente difundir la influencia del estado de los pavimentos de las carreteras en la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que, sin muchas dudas ya, contribuyen a acelerar dicho cambio climático.  
    Numerosos estudios han demostrado la mayor generación de GEI por los vehículos cuando circulan por un pavimento en mal estado respecto a hacerlo por uno bien conservado y con buena regularidad superficial.
    Por eso, en la XII Jornada de Asefma del pasado año, se incidió repetidamente en que una forma eficaz para reducir las emisiones de GEI asociadas al transporte viario radica en que las infraestructuras viarias tengan un pavimento en buen estado, con un buen IRI. 
     Se remarcó el estudio de EAPA (Ref.1) que estima que mejorar la regularidad superficial de niveles regular/malo a buenos, reduciría los GEI hasta en un 5%. A escala europea, mejorar el firme de 2/3 de la red reduciría 28 millones de t de GEI anuales, equivalentes a reemplazar 6 millones de coches por los tipo "cero emisiones", ¡nada menos!.  
     Si la sociedad quiere luchar contra el cambio climático debe ser informada y adquirir conciencia de la contribución que a esa lucha supone tener los firmes de las carreteras con una buena regularidad superficial, reduciendo las emisiones de GEI del transporte. Para ello, también debe involucrarse en demandarlo a los gestores de las mismas y los responsables politicos que aprueban las disponibilidades presupuestarias. 
    La mejora del IRI de las carreteras mediante actuaciones de extendido de nuevas capas asfálticas tiene efectos inmediatos en la reducción de las emisiones de GEI por los vehiculos que circulan por ellas. Pero, como ya indiqué en otro post de este blog (Ref 2), para que ello sea efectivo en el tiempo, y no un maquillaje a corto plazo, se precisa que esas actuaciones se hagan con una planificación adecuada (por ejemplo, rehuyendo extendidos en época fría o lluviosa) y empleando las mejores prácticas y tecnologias hoy conocidas y disponibles, para maximizar la calidad final de las nuevas capas, su durabilididad y el mantenimiento de un buen nivel de IRI en el tiempo.

    En el post citado ya indiqué  la conveniencia de investigar, dar a conocer e implantar las mejores metodologías constructivas y de control disponibles para la puesta en obra de las capas de firme, su repercusión real en la durabilidad de las infraestructuras viarias y en la reducción real de GEI del transporte que circula por ellas y que ese conocimiento debería impregnar a todas las partes intervinientes en la ejecucíón y conservación de los firmes, para su aplicación. 

4 de abril de 2018
     

No hay comentarios:

Publicar un comentario